El pintor oaxaqueño Carlos Bazán Ramos presenta su reciente obra “Tiempo”, dicha muestra fue inaugurada el día Martes 18 de noviembre en la Galería ubicada en Culiacán #8 Col. Hipódromo Condesa, de la Ciudad de México.
Esta exhibición consta de 17 obras de gran formato, la mayoría en técnica de acrílico, óleo y mixta sobre tela.
Diana Pérez Tenorio, Directora Ejecutiva de la Representación del Gobierno del Estado de Oaxaca en el D.F., expresó el orgullo que representa para el estado, un artista tan joven y talentoso, en la importancia de “impulsar el arte, que nos acerca a la naturaleza y nos pierde en el tiempo”.
Esta serie de 18 pinturas que requirió alrededor de 6 meses de preparación para Carlos Bazán, se refiere “más que al tiempo, a los momentos y estados de ánimo: algunos de tristeza y otros de felicidad”, explicó el artista de apenas 20 años de edad, quien proyecta en sus cuadros parte de su vida en Villa de Tamazulapam, lugar de árboles, flores y manantiales.
Ha expuesto en Oaxaca, así como en Quintana Roo, Monterrey y otras ciudades del mundo (Italia, Chicago y Los Ángeles). Próximamente tendrá exposiciones en Miami y España.
Pablo Pérez Director de Art Sol Montealbán es el promotor y organizador de esta exposición, también estuvo presente la representante del Gobierno de Oaxaca Diana Pérez Tenorio.
Para amenizar la exposición se sirvieron vino y mezcal acompañados de los tradicionales chapulines.
Colección “TIEMPO”
Carlos Bazán, buscador de realidades sin edad que el arte guarda a quienes comprenden su secreto y saben compartirlo; el tiempo, para un artífice, es en el fondo una mirada más, un ojo abierto en el árbol del alma, que se renueva según el mecanismo de duración interior, a partir de las raíces, creciendo hacia los vástagos, las hojas, y lleva a cada ser vivo según su propio afán hacia la madurez, desde el azul de la primera ilusión hasta el afán en donde amarillea el ayer: así lo demuestra en su nueva exposición, en que demuestra un manejo del color y de la forma, medios dilectos de la pintura, que salen de todo concepto convencional, con un indeclinable sentido del color que ha comenzado a identificarse como suyo y auténtico, siendo ya dueño del redituable don de cautivar.
¿Por qué es diferente? Ante todo, porque en estos 17 cuadros deja ver que interroga lo suficiente la realidad, para no transmitirla en un afán fotográfico que respondiera a un mero estímulo externo. Cuántos han preferido el camino de reflejar mecánicamente lo que captan sus ojos, y en esa exactitud encuentran, desde un aplauso rápido hasta un volátil éxito comercial, en tanto que él va por dentro, desenmascara formas que aparte de la belleza en el trazo, hacen pensar. Es un arte diferente porque posee la clave de todo lo nuevo: que es responder auténticamente a la intuición de un estímulo interno.
El artista vive su época, no necesita plantearse nada que no esté en la paleta. La sorpresa es lo que vemos reflejado en la misma después de vaciar su interior, no un mero describir lo visto sino digerirlo, para después lanzarlo de dentro hacia fuera con inquietud volcánica.
La selección de las aves se ha vuelto más humana. Cada ave, me atrevo a afirmar, evoca en su talento una persona, al igual que cada flor, y el cuadro es permeado por un frescor inmenso de humanidad que asoma, como en un bello tejido del que sólo él tiene la clave, pero que el mero pasearse por ahí, enriquece a quien lo mira. En sus manos defiende y eleva la fauna que ennoblece el planeta. En el alma de este pintor reciente, Carlos Bazán, afila sus dientes el saber de lo humano como un saber de tribu, algo totémica. Hay un engarzamiento triunfal que lo mismo se observa en la serpiente que en la trenza, en el tejido artesanal que en el nudo gordiano, ahora está llamando su atención como desde un principio en sus cuadros le llamaba expresar algo que a simple vista no se percibe, ¡aquellos rostros insospechados ante los cuales uno podía reír o reparar con asombro, miedo quizá, siguen detalles así que él reserva con cautela para los observadores atentos. Entre los motivos de este tipo que me atraen, he podido distinguir huellas de luciérnagas, de ángeles, motivos orientales que me indican que empieza a enfocar su atención por los misterios de aquellos países exóticos que tanto tienen que enseñar todavía al integrarse con la naturaleza americana, creo que este signo de unión entre culturas antiguas es lo que hace la brevísima diferencia que hay entre dos visiones casi iguales, en unos cuadros, o partes de lienzos, de cuya semejanza en apariencia absoluta, el pintor extrae diferencias sutiles que son el velo que cubren distancias profundas y que una vez que las hacemos nuestras, nos demuestran que la distancia no existe en su pintura, todo está cerca de todo, la humanidad siempre será una misma, pero siempre rica en sus inmensos matices de belleza.
La actual exposición del pintor oaxaqueño permanecerá abierta al público hasta el 29 de Noviembre en Culiacán No. 8 de la Colonia Hipódromo Condesa, en la Ciudad de México.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinion es importante...