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lunes, 26 de mayo de 2025

El síndrome de ovario poliquístico (SOP)

El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una alteración endocrina que afecta entre el 5 % y el 13 % de las mujeres en edad reproductiva, según datos recientes. Si bien su causa exacta aún se desconoce, la ciencia apunta a una combinación de predisposición genética y factores ambientales, comenzando muchas veces en la adolescencia.




“En el SOP uno de los principales desequilibrios hormonales ocurre entre dos hormonas que regulan el ciclo menstrual: la LH y la FSH. Normalmente están en equilibrio, pero en el SOP la LH suele estar más alta que la FSH, lo que altera la ovulación y favorece la producción de hormonas masculinas (andrógenos).

Además, muchas mujeres con SOP también tienen resistencia a la insulina, lo que significa que su cuerpo no usa bien esta hormona y necesita producir más. Ese exceso de insulina también estimula al ovario a producir más andrógenos, empeorando el desequilibrio hormonal, explica la Dra. Danaé Faride, ginecóloga-obstetra con más de una década de experiencia y especialista de la clínica Perfect Skin.

 



Detectarlo a tiempo es clave para prevenir sus complicaciones. La Dra. Faride destaca tres señales esenciales para su diagnóstico:

  • Alteraciones del ciclo menstrual: menstruaciones irregulares, poco frecuentes o incluso ausentes.
  • Signos de hiperandrogenismo: como el exceso de vello facial o corporal, acné persistente o caída de cabello.
  • Ecografía pélvica: presencia de múltiples folículos que no llegan a liberar óvulos, lo que genera la formación de quistes.

Es importante destacar que la presencia de un solo síntoma no implica SOP. El diagnóstico clínico se establece cuando al menos dos de estos tres criterios están presentes.

Respecto al tratamiento, la primera línea de acción está enfocada en los cambios en el estilo de vida. “Una alimentación equilibrada, ejercicio regular, manejo del estrés y un buen descanso pueden mejorar significativamente los síntomas”, afirma Faride.




La especialista recomienda reducir el consumo de alimentos con alto índice glucémico como azúcares simples, ultraprocesados y refrescos, y optar por una dieta rica en fibra, vitaminas y minerales. “Carbohidratos complejos como avena, arroz integral, verduras, proteínas y grasas saludables ayudan a controlar los niveles hormonales y metabólicos”, añade.

Los cambios en la composición corporal, incluso moderada, pueden marcar una diferencia sustancial en la salud hormonal y reproductiva de las mujeres.

Para mayor información contacta las redes sociales de la Clínica Perfect Skin / Instagram: @clinicperfectskin 

domingo, 11 de mayo de 2025

¿No puedes dejar de comer de noche? Podrías tener este síndrome.

 Comer de madrugada con frecuencia puede parecer un simple mal hábito, pero cuando este comportamiento se vuelve recurrente y se asocia con insomnio, ansiedad y una sensación de falta de control, podría tratarse del Síndrome del Comedor Nocturno (SCN). Esta condición, reconocida dentro de los trastornos de la conducta alimentaria, tiene implicaciones en la regulación metabólica, la salud endocrina y el bienestar emocional de quienes la padecen.



 

El Dr. Luis Dorado, especialista en Nutrición Clínica y Manejo Integral de la Obesidad, explica que el SCN se caracteriza por un patrón de ingesta calórica desproporcionado en las horas nocturnas, acompañado de una disminución del apetito matutino. “Este trastorno se asocia con alteraciones en los ritmos circadianos, especialmente en la producción de melatonina y cortisol, lo que impacta la regulación del metabolismo y la calidad del sueño. Además, muchas personas que lo padecen presentan síntomas de ansiedad o depresión, lo que refuerza el ciclo de alimentación descontrolada durante la noche”, señala el especialista.

 

Causas y manifestaciones clínicas del Síndrome del Comedor Nocturno

 

El SCN es una condición multifactorial, influenciada por factores biológicos, psicológicos y conductuales. Entre los principales detonantes se encuentran:

 

      Disregulación neuroendocrina: Alteraciones en la producción de serotonina, melatonina y cortisol.

      Estrés crónico y ansiedad: Factores emocionales que aumentan la necesidad de ingesta nocturna como mecanismo de afrontamiento.

      Patrones de alimentación irregulares: Restricción calórica excesiva durante el día que provoca hiperfagia nocturna.

      Desajustes en el sueño: Insomnio o despertares frecuentes acompañados de ingesta compulsiva.

 

Los síntomas más representativos del SCN incluyen:

 

      Hipofagia matutina (disminución o ausencia de apetito en la mañana).

      Consumo del 25% o más de las calorías diarias después de la cena.

      Episodios recurrentes de alimentación nocturna con una sensación de falta de control.

      Estado de ánimo deprimido o ansiedad, frecuentemente asociados al trastorno.

 

El impacto del sueño en el metabolismo y el control del peso

 

El sueño es importante para la regulación del metabolismo y el control del peso corporal. Diversos estudios han demostrado que la falta de sueño altera las hormonas del hambre, aumentando la grelina (que estimula el apetito) y reduciendo la leptina (que indica saciedad). Esto puede derivar en antojos nocturnos y mayor ingesta calórica. Además, un descanso insuficiente aumenta la acumulación de grasa abdominal y dificulta la pérdida de peso. “Dormir al menos 7 horas de calidad por noche es esencial para regular el metabolismo, estabilizar los niveles de glucosa y reducir la necesidad de consumir alimentos en la madrugada”, destaca el Dr. Dorado.

 

Consecuencias metabólicas y psicológicas

 

Si no se diagnostica y trata oportunamente, el Síndrome del Comedor Nocturno puede incrementar el riesgo de:

 

      Obesidad y resistencia a la insulina.

      Alteraciones en la secreción de leptina y grelina, hormonas clave en la regulación del apetito.

      Mayor predisposición a trastornos del estado de ánimo, como depresión y ansiedad.

      Impacto negativo en la calidad del sueño, generando fatiga y menor rendimiento cognitivo.

 

El tratamiento del SCN debe abordarse desde una perspectiva interdisciplinaria, combinando intervenciones nutricionales, psicológicas y médicas. “Es fundamental entender que no se trata de un problema de fuerza de voluntad, sino de un desajuste en la regulación del hambre y el sueño. El tratamiento debe incluir cambios en los hábitos alimenticios, terapia cognitivo-conductual y, en algunos casos, soporte farmacológico para regular los ciclos hormonales y mejorar la calidad del sueño”, enfatiza el Dr. Dorado.

 

El Síndrome del Comedor Nocturno es una condición tratable. La identificación temprana y el tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la salud metabólica y emocional de quienes lo padecen.

Obesidad infantil en México: Un desafío que nos preocupa a todos.

 En los últimos años, hemos visto crecer una preocupante tendencia en la salud de nuestros niños. Según datos recientes, aproximadamente el 30% de los menores en edad escolar presentan algún grado de sobrepeso, situación que puede afectar su desarrollo y calidad de vida.

Este fenómeno no ocurre por una sola razón, sino por la combinación de varios factores: cambios en los patrones de alimentación, menor actividad física y la disponibilidad de productos ultraprocesados. Ante esta realidad, las autoridades educativas han implementado nuevas normas para regular los alimentos que se consumen en las escuelas.




Entendiendo el panorama actual

Las medidas recientes incluyen:

  • Limitación en la venta de alimentos con bajo valor nutricional en planteles escolares

  • Promoción de opciones más balanceadas en comedores y cooperativas

  • Orientación para padres y maestros sobre alimentación saludable

El “Manual de Familias Vida Saludable", publicado por el Gobierno de México, indica que la participación activa de los padres es fundamental para crear entornos alimentarios saludables. Este mismo manual ofrece guías prácticas para generar recetas, actividades físicas y recomendaciones para leer las etiquetas nutricionales. 

Sin embargo, la transición no siempre es sencilla:

  • Muchas escuelas necesitan apoyo para adaptar sus menús

  • Algunas familias requieren orientación sobre alternativas prácticas

  • Los niños necesitan tiempo para acostumbrarse a nuevos sabores y texturas

Construyendo soluciones juntos

Para apoyar este proceso, existen diversas alternativas:

  • Herramientas educativas que hacen divertida la nutrición para los niños

  • Información para padres con ideas de loncheras saludables y fáciles de preparar


  • Herramientas digitales como Paymon, que cuenta con un equipo de nutriólogos y profesionales que brindan asistencia a las escuelas a través de:

  • Planear menús equilibrados 

  • Capacitar a quienes preparan los alimentos

  • Dar seguimiento a los avances en alimentación escolar

"Nuestra plataforma busca ser un aliado para las escuelas en este proceso de transición, haciendo más accesible la adopción de nuevos hábitos", explica  Luis Pérez Reyna, Country Head de PayMon.

Un futuro más saludable es posible

Pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia:

  • Incluir más frutas y verduras en las comidas diarias

  • Fomentar el consumo de agua en lugar de bebidas azucaradas

  • Promover la actividad física como parte de la rutina escolar

"Cuando escuelas, familias y comunidad trabajan juntas, los resultados son extraordinarios", destacan escuelas que ya han implementado estos cambios y tecnología.

Cómo podemos participar todos

Padres: Incorporando gradualmente más alimentos naturales en las loncheras

Maestros: Fomentando el conocimiento sobre nutrición en clase

Escuelas: Buscando herramientas cómo Paymon que faciliten esta transición a través de su enfoque de digitalización de procesos

Niños: Aprendiendo a disfrutar de nuevos alimentos saludables

"Necesitamos el apoyo de todos ante esta crisis de obesidad infantil, y nosotros nos aseguramos de que, con nuestra plataforma, se cumplan estos requisitos, haciendo más fácil la tarea para escuelas y padres", afirma José Javier Cordero, CEO y Co- Fundador de PayMon, una solución tecnológica diseñada para simplificar la transición hacia una alimentación escolar más sana.